POR: ALVARO QUINO MIXTEGA
San Andrés Tuxtla, Ver.-Nunca en la historia política de este municipio, ningún candidato gobernaba sin ser electo constitucionalmente por el pueblo, Rafael Carrión Álvarez, se ha vuelto el mequetrefe de Marina, el arlequín que ahora le baila y le sonríe para hacer reír a la reina sin ser coronada.
De un Damián que camina libremente entre los pasillos del Palacio lanzando fijaciones orales hacia personas, ordenando al mayoral que cuida el edificio gubernamental quien tiene que caer hoy, mañana o pasado mañana.
Que caro esta pagando la osadía el alcalde, el haber esculpido magna obra que hoy se refleja en odio, rencor y maldad, pero sobre todo en burla que asemeja ver a un político como se contonea con el vaivén de las risas que salen de los túneles ante una sociedad que ve una expectativa de verlo sostenerse tan solo por temor, miedo y chasco que se ha llevado al considerar que todo le saldría como lo tenia planeado.
Hoy vemos como obedece y hace lo que dictan desde la calle Guillermo Prieto, ahí vemos directrices, que señalan un camino abrupto y sinuoso muy difícil de entender que no son tiempos de gobernar cuando no se ha triunfado.
Un gobierno débil, que se ha dejado aplastar ante la carencia de moral, de valor, pero mas que nada doblegado ante las instancias corruptas y deshonestas en que incurrieron sus colaboradores, no cabe la palabra dignidad, pues nunca la tuvo y es tal su desconocimiento que hoy obedece con solo tronar los dedos.
Jamás hubiéramos imaginado todo esto que esta ocurriendo en este municipio, de alguien Napoleónico que demostraba destreza, estrategias y mucha capacidad para acomodar sus fichas, siempre libró cruentas batallas, las cuales se convirtieron en campales, cuerpo a cuerpo, lucho hasta el final de sus batallas, y siempre triunfo, pero en esta perdió lo que todo ser humano le duele, la dignidad, ha caído abatido bajo sus propias argucias y bajo sus odios y rencores, porque como dicen encontró la horma de su zapato.
Sin embargo es un grave error el que familiares estén acudiendo al edificio gubernamental, entrando y saliendo de oficinas del Ayuntamiento, aunque estos solo vean, sus miradas dicen todo, eligen a la victima y le ponen su Damián mensaje.
Por ello, también ellos, están esculpiendo la estatua de Roberto Enríquez, lo están haciendo grande, omnipotente, un todopoderoso, que se refleja en un cuestionamiento fácil de descifrar, el solo hecho de ver encuestas dan ventajas de 4 puntos arriba de la persona de quien hablamos, y a un PRD que por sus ambiciones, sus malas negociaciones lo mantienen con tan solo 13 puntos porcentuales muy por debajo de los partidos políticos como son el PAN y el PRI.
Nada tienen que hacer, los perredistas en este momento, la falta de comunicación en la que han caído las tribus del PRD, han dejado sentir ese canibalismo en ese partido, otrora poderoso antes del 6 de julio del 2006, hoy es un nido de oportunistas que ven sus intereses turbios y sucios dejando atrás todo aquella ideología por la que surgió este Partido.
Pero ahí tienen las ambiciones de un Elías Miguel Moreno Prizuela, de un Armando Aguirre Herviz, de Arturo Herviz, ambos familiares que se sentían dueños y que dejaron la herencia a sus familiares cargados de regidurías y de cobros por favores otorgados como una transferencia política a cambio de sus derrotas.
Hoy los mismos perredistas ven disuelto aquella pócima que aliviaba todos los males que gobiernos priistas, causaron al pueblo mexicano, y es que su Fe y la esperanza, la perdieron al ver derrotada la imagen de AMLO, y hoy ven como los candidatos de ese mismo partido se prestan a componendas donde los resultados es dejar colgados de la pretina de la pobreza y la ignorancia, su fe inquebrantable de cambiar un gobierno, cuando son ellos quienes no acceden.