San Andrés Tuxtla, Ver.-De pronto, comenzaron a caminar por las calles que José Silverio Alvarado, ex delegado de transito en Catemaco había decidido, luego de ponerlo a consideración entre el grupo de seguidores de Marina Garay, al frente con su blusa roja, Marina su suegra Doña Irma González, quien se encuentra entre la espada y la pared, por la ruptura familiar, y atrás René Chiunti Ramírez quien llego acompañar a su amiga con un grupo de cosamaloapeños, unas mil quinientas personas cuando mucho entre gente de diversos municipios se confundieron en lo que se dijo era la marcha de apoyo para el registro de la candidata única a la Presidencia Municipal por este municipio.
Sola, sin la pasión que en tiempos pretéritos se vivieron, Marina, la mujer que pudiera superar esa crisis, quien sabe como? basta y sobra con la voluntad que ella pusiera en manos de quienes saben del teje y maneje de cuestiones política-electorales, para comenzar a balancear el barco que no sabe tripular, la candidata es ella, no su hijo, el hijo a los negocios, y ella a la grilla, comenzaría a dar un buen sabor de boca, tal y como lo hizo su desaparecido esposo, cuando dijo, la familia en la casa y los negocios y yo me encargo de los problemas sociales del municipio.
Sin embargo se preguntan como llegarle a ella para que deje que los asesores y coordinadores de su partido, entre ellos Jorge Carballo, busca la manera de que esto camine viento en popa, pero se preguntan sus allegados como lograr que la señora entienda que primero es la sensibilidad que debe de mostrar porque como legisladora mostro un rostro adusto, insensible, incapaz de sentarse en una banca de un parque de una comunidad, porque ha dicho que primero muerta que sencilla, vaya error.
Aquí esto ha tomado otro sabor de boca, sin embargo ahora los tiempos han cambiado y se ve a lo lejos una falsa esperanza, donde se encuentran dos tremendos monstruos que saben de la grilla, que saben como manejar estos problemas electorales, que saben donde meterse y con quien meterse, la vida política de Roberto Enríquez Ruiz, da inicio cuando Rafael Carrión lo mete como Presidente del PRI por este municipio, luego lo hace alcalde, cuando Rafael era Secretario del CDE del PRI.
Es el mismo Rafael quien le dice a Roberto que haga Presidente del PRI al desaparecido Octavio Pérez, desde entonces comenzó la rivalidad que ahora se siente, años de derrotas, de traiciones y golpes bajos propinados por la política acumulada de años, donde floreció el odio, la maldad ante una venganza aun no realizada, como en los tiempos de la vieja Grecia, Rafael, esculpió muy bien con cincel y marro, la imagen de Tavo, esa imagen perdida que nunca opaco y tampoco pudo lograrlo ante la falta de sensatez por parte de el, para no hacer grande la imagen de Marina, sin embargo hizo todo lo contrario, cada día se levantada, se lavaba las manos y tallaba con dedicación y esmero la imagen de Marina, Marina entendió esa jugada y callo, y guardo silencio, se había vuelto la victima de este rejuego, un juego sucio y turbio.
Pero pese a las ventajas que marco, lejos de eso, opto por mostrar altivez, soberbia, que daño colateralmente que los grupos comenzaron a dispersarse, ahora con la renuncia de Rafael Fararoni, el PRI se encuentra en un escolladero con miras a una derrota total, y es que no es posible que aunque se dan miradas de amor, esto no significa que estemos en paz, todo lo contrario lo que la gente no vera nunca es que por debajo de la mesa hay detalles tan importantes que Rafael Carrión hará lo imposible para que el proyecto de Marina no quede en lo que ella busca, mientras tanto la renuncia de Rafael Fararoni es un golpe duro para el priismo que supuestamente mostraba unidad y concordia cuando en realidad no ha existido y como decimos por aca, ni existirá. Mientras tanto Fararoni se va derechito a Convergencia de donde nunca debió haber salido…nos vemos para la próxima.